Docentes

“No importa que el alumno entre en la clase con la lección no aprendida, lo imperdonable es que al salir no la tenga sabida”.

La categoría humana de los que fueron sus maestros es uno de los recuerdos imborrables del alumnado de los institutos para obreros. Unos profesores que siempre les insistían en que no dejaran de estudiar, de investigar, de aprender.

La convivencia entre el equipo docente y los estudiantes fue una parte importante del éxito del proyecto, como dijo Samuel Gili Gaya en una carta fechada en Madrid el 21 de febrero de 1951 dirigida a Manuel Zamorano: aquella compenetración tan profunda entre profesores y alumnos, rara vez se encuentra en centros de enseñanza.

Agustín Colomer Belda recordaba en 1997: El ambiente en el IO fue eminentemente de estudio y formación intelectual. Todos los catedráticos actuaban con una ética ejemplar, limitándose a su labor docente sin ejercer presión política, desde su cátedra, sobre nosotros.

Resaltamos breves reseñas, aproximaciones biográficas de los profesores del IO de Valencia, extraídas del libro, Los Institutos para Obreros, un hermoso sueño republicano. Es una tarea ardua completar algunos datos, la muerte, el exilio, las depuraciones y el silencio en muchos de los casos ganaron la partida.